Es un hotel para descansar. Tiene bastantes servicios (piscina climatizada, sauna, pistas de paddel,...) que te permiten una estancia muy agradable, pero lo principal es la tranquilidad que se respira.
El personal es muy atento y amable.
Las habitaciones muy limpias y equipadas con lo básico. El único problema fue la regulación de la temperatura, que no se podía bajar del todo.
Desayuno algo justo, pero aceptable.
Si se quiere esquiar, está a 40 minutos de Valdelinares y de Javalambre, algo lejos, pero, a cambio, puedes elegir una u otra.